Adicciones

La adicción es una enfermedad física y psicoemocional, es una dependencia o una necesidad hacia una sustancia, actividad o relación causada por la satisfacción que está causa a la persona.
Existen distintos tipos de adicciones, por ejemplo la ludopatía (adicción al juego), adicción al sexo, al trabajo, a las relaciones interpersonales (especialmente de pareja), drogas, alcohol, comida, internet
etc.
Toda adicción crea dependencia, la necesidad de consumo de la sustancia,  es cada vez mayor, generando un circulo vicioso, la persona adicta a medida que pasa el tiempo, necesita consumir más de la sustancia para generar el mismo placer inicial.
Se acepta como adicción a cualquier actividad que el individuo no logre controlar,  que afecta su vida negativamente deteriorándola  y destruyendo sus relaciones.
Por lo general al adicto le ocurre que es incapaz de comunicarse ni de expresar sus conflictos y en muchos casos la imposibilidad de pedir ayuda, como consecuencia surge un aislamiento y es muy difícil el tratamiento con un adicto.
Para que el tratamiento funcione se debe generar un encuadre claro con reglas y normas especificas, además de objetivos a corto plazo, el paciente debe generar cambios rápidos para continuar y no caer en la adicción nuevamente. Por otra parte se debe trabajar interdisciplinariamente en conjunto con médicos y psiquiatras debido a que deben estar medicados en el periodo de abstinencia.
Existen muchos programas para la recuperación de adictos y habría que interiorizarse y promover mucho más la prevención, concientizar a la población de los efectos negativos que cualquier adicción causa.

Victimología

La victimología es una ciencia relativamente nueva, comenzó en Europa en el siglo pasado, y es el estudio de las causas por las que determinadas personas son víctimas de un delito y de como el estilo de vida conlleva una mayor o menor probabilidad de que una determinada persona sea victima del mismo.
El trabajo de la victimología, según distintos autores, es interdisciplinario en conjunto con la criminología, la psicología, el derecho penal,
 la sociología, la medicina, la grafología y algunas ciencias más.
Socialmente, por ejemplo, siendo mujer podemos ser víctimas de muchos ataques, por creer que es el sexo débil, los criminólogos junto con los victímologos deben determinar ello.
Desde la medicina, sabemos muchas veces que el cuerpo de la víctima mediante el  la autopsia, habla y nos da información valiosa y contundente sobre la víctima como su víctimario.
Por otra parte desde la grafología se puede discriminar, por ejemplo, en un caso de desaparición si la victima tenía rasgos de poder escaparse por sus propios medios o por el contrario ha desaparecido por obra de un tercero.  
Todas las ciencias en las cuales hay victimas como victimarios, deben trabajar de forma multidisciplinar, se debe promover ello.
Hubo recientemente un caso en el cual un chofer de colectivo no quiso abrirle la puerta a un pasajero (el día era frío, lluvioso y el pasajero no se encontraba en la parada), el pasajero rompió los vidrios de la puerta del colectivo se colgó del mismo, produciéndose una caída con lo cual el colectivero lo atropelló y horas más tardes se produjo su muerte.
¿En este caso quién es la victima y quién el victimario? Con un caso así se puede armar un gran debate, está es la sociedad que estamos creando actualmente.

Abuso Sexual Infantil

Si bien no es posible dar una única definición de abuso sexual infantil (ASI), debido a las distintas culturas, básicamente es la utilización de un menor  por parte de un mayor (niño o adulto) para su satisfacción sexual. Los abusos incluyen todo tipo de conducta sexual, como ser manoseos, sexo oral, sexo anal, sexo con penetración, sin penetración hasta llegar a utilizar niños para pornografía infantil y actualmente con la tecnología incluimos chatear  con menores utilizando lenguaje que involucre palabras con alto contenido sexual.
El abuso puede ser intrafamiliar o extrafamiliar, aún así genera grandes cambios en el desarrollo psicosexual del niño y un alto impacto en el psiquismo del mismo, que si no es tratado en algún momento puede llevar a distintos tipos de trastornos en un futuro, como por ejemplo promiscuidad, problemas con drogas o alcohol, ser un posible abusador y/o un alto grado de autoestima baja, aún así no existe un perfil único de la víctima de abuso sexual como tampoco existe un perfil único del abusador sexual
El abusador utiliza la confianza que depositó el niño en él para satisfacer sus deseos sexuales, para luego callar al menor con amenazas si se le ocurriese contar algo. Por ello mismo muchas veces vemos el retractamiento del infante luego de haber contado el abuso se desdice y contradice diciendo que nada de eso ocurrió y que ha inventado todo.
Es menester siendo profesionales de la salud mental , ante una sospecha de ASI  ser muy cuidadosos y tomar todos los recaudos posibles. Por lo general los niños no mienten, y en su discurso hay que prestar atención, siempre teniendo en cuenta las edades, que tipo de información con respecto al hecho nos están brindando. Si bien no hay un tratamiento único ya que cada caso es distinto y particular, se deben realizar las entrevistas necesarias, anotando todo el discurso del niño con su lenguaje propio, además de administrar la batería de test que se crea más útil para cada caso, tratar de no revictimizar a la victima, trabajar para que exprese las emociones correspondientes con respecto al hecho, cierre del mismo y sobre todo no dejar que nuestras propias subjetividades interfieran en el tratamiento.

Delincuencia Juvenil

La delincuencia juvenil hace referencia a los delitos cometidos por los menores de edad. El rango de edades varía entre los 15 a 25 años, aunque existen muchos casos de delitos cometidos por niños menores de 15 años.
Si bien existen mujeres delincuentes juveniles, sería un fenómeno casi exclusivo de los varones, y esto sería a nivel mundial.
Los rasgos de personalidad sumados a una historia familiar disfuncional van conformando al futuro delincuente juvenil. El historial de personalidad es el siguiente: comportamiento abusivo hacia sus pares o menores, perdida de respeto a la autoridad, historias en el pasado de abusos, violencia familiar, en general provienen de padres con la misma historia de delincuencia, uso y abuso de alcohol y drogas, experiencias de humillaciones, rechazo y abandono.
Socialmente marginamos a estos "futuros delincuentes", vemos los "pibes de la calle", sin hacer nada, "como si no estuvieran", o lo que es peor nos quejamos que "afean" la ciudad". Muchas veces ellos mismos se encuentran tan devastados, resentidos y desconfiados del otro que no quieren el cambio, además, tienen su propio grupo de pertenencia, uno de los pilares básicos en el desarrollo de todo ser humano, pertenecen a un grupo, el mismo grupo contiene, cuida y protege, todas necesidades básicas que no fueron satisfechas en los primeros años de vida.
Para evitar la delincuencia juvenil es menester desde las políticas de estado, la prevención y la educación, además de programas de socialización por gente especializada.
Existen varios lugares públicos que intentan hacerse cargo de estos chicos de la calle, sin familia o con problemas judiciales con su familia, intentan reconstruir el vinculo del joven con la familia. Existen instituciones públicas, hogares de niños y hogares de tránsito que se encargarían de estos niños y adolescentes, pero aún así muchas veces los directores temen al cambio.
Como sociedad debemos pensar y ayudar a estos niños, debemos dejar los prejuicios y preconceptos de lado y comenzar a cambiar como sociedad, aun con el más mínimo granito de arena. Se precisa cambiar uno interiormente
para generar el cambio en los demás.