
El abusador utiliza la confianza que depositó el niño en él para satisfacer sus deseos sexuales, para luego callar al menor con amenazas si se le ocurriese contar algo. Por ello mismo muchas veces vemos el retractamiento del infante luego de haber contado el abuso se desdice y contradice diciendo que nada de eso ocurrió y que ha inventado todo.
Es menester siendo profesionales de la salud mental , ante una sospecha de ASI ser muy cuidadosos y tomar todos los recaudos posibles. Por lo general los niños no mienten, y en su discurso hay que prestar atención, siempre teniendo en cuenta las edades, que tipo de información con respecto al hecho nos están brindando. Si bien no hay un tratamiento único ya que cada caso es distinto y particular, se deben realizar las entrevistas necesarias, anotando todo el discurso del niño con su lenguaje propio, además de administrar la batería de test que se crea más útil para cada caso, tratar de no revictimizar a la victima, trabajar para que exprese las emociones correspondientes con respecto al hecho, cierre del mismo y sobre todo no dejar que nuestras propias subjetividades interfieran en el tratamiento.
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